Cuando se habla de cultura por lo general se piensa en un concepto muy amplio en donde entran los modos de vida, las costumbres, los conocimientos, las expresiones artísticas, científicas e industriales, también se puede definir como el “Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico”, esto si nos basamos solo en lo que dice la Real Academia Española. Pero cuando hablamos de cultura ciudadana este concepto se transforma acomodándose a las necesidades de la ciudad o del país que lo define.
Por ejemplo, en el Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín (2014) en el artículo 692, Principios del Sistema, se plantea una estrategia de Cultura Ciudadana como “(…) un conjunto de acciones, valores y reglas mínimas compartidas entre los ciudadanos que generen sentido de pertenencia, faciliten la convivencia, respeto del patrimonio común y reconocimiento de los derechos y deberes como habitantes de la ciudad (…)”.
En Bogotá durante el mandato de Antanas Mockus como alcalde (en 1995 -1998 ), la cultura ciudadana fue un eje importante para su administración, para esto utilizó varias campañas pedagógicas con mimos, disfraces, y mucha conciencia, que generaran sentido de pertenencia, facilitaran la convivencia urbana y condujeran al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos, como lo planteó en el Plan de Desarrollo Económico y Social y de obras públicas para Santa Fé de Bogotá D.C. Formar Ciudad.
En pocas palabras, cada ciudad contempla acciones para que los ciudadanos tengan comportamientos deseables dentro de la sociedad que incremente su bienestar. Para lograr esto se requiere una co-responsabilidad entre el Estado y el ciudadano, en la que no se depende solo de las acciones del gobierno, sino de la autoconciencia y cuidado de todas las personas (comportamientos colectivos).