En época navideña es muy común el uso de la pólvora; sin embargo, lo que para muchas personas puede ser un espectáculo y sinónimo de diversión, para los animales puede ser mortal.
Los especialistas en la materia, coinciden en proteger a las mascotas de manera especial durante diciembre, cuando el consumo de este elemento es más frecuente.
Cristián Fabián Chacón Ariza, médico veterinario, explicó que “el uso de la pirotecnia genera varios daños colaterales sobre perros, gatos y aves. Una de las mayores consecuencias que acarrea es el aumento de la frecuencia cardiaca porque los animales son más sensibles en su parte sensorial y escuchan 10 veces más que los humanos, y a eso se deben sus alteraciones y comportamientos descontrolados y nerviosos, lo que les genera hipersalivación, frecuencia cardíaca y respiratoria altas, y al estar los animales en este estado están a un paso de presentar un paro cardíaco o cardiorespiratorio”.
El médico veterinario afirma que estas alteraciones son más comunes en perros, ya que para los gatos es más fácil huir y refugiarse, mientras los canes son más caseros. Asimismo, asegura que quienes más sufren son los animales que están en la calle y no tienen muchas alternativas.
“Cuando los perros callejeros intentan buscar refugio, las personas muchas veces los asustan más, los echan, les tiran agua, lo cual empeora la situación. En la casa es más fácil consolarlos y ayudarles a superar el momento”. Con mucha frecuencia se encuentran aves muertas por cantidades en calles, senderos, cañadas y demás, a causa de los excesivos ruidos de estas explosiones”, anotó.
Chacón Ariza hace un llamado de alerta a las autoridades para que estén más atentos a erradicar los expendios de pólvora. El experto también invita a quienes usan la pirotecnia a ser conscientes de la afectación que esto representa para las mascotas.
Por último, resalta que la tasa de mortalidad de animales de compañía a causa de la pirotecnia, aunque se da, no es muy frecuente. “Hay daños a nivel neurológico, estos ruidos dejan convulsiones permanentes y pueden causar trastornos muy severos, dejando a los animales sensibles y muchas veces medicados para epilepsia y para contrarrestar estados de ansiedad de por vida”.
Otros efectos causados en perros y gatos
Vómito.
Orina o defecación.
Muchos de ellos tiemblan, corren o ladran sin control.
Pueden presentar reacciones agresivas o anormales en su comportamiento, como destruir objetos cercanos o morder.
Lo más drástico, es que presenten miedo y angustia extrema que les genere taquicardias severas, lo que podría terminar en infartos fulminantes o provocar episodios de gastritis que desencadenan enfermedades nerviosas.
Los que más sufren
En el caso de los perros, los efectos dependen de la raza y el tamaño. Son los canes más pequeños los que sufren las crisis nerviosas.
Tanto en perros como en gatos, influyen mucho las enfermedades que padezcan, como epilepsias que los hace más propensos a que la pólvora los afecte. Asimismo, los traumas de maltrato que el animal tenga son un agente determinante.
¿Qué hacer para proteger a su mascota de los juegos pirotécnicos?
Existen varios métodos que contrarrestan los efectos negativos que tiene la pólvora sobre los animales, para prevenir que se produzca un cuadro de ansiedad:
Acompañar a las mascotas en el momento en el que exploten los juegos pirotécnicos.
Buscar un refugio donde disminuya el impacto del ruido y donde se sientan un poco más seguros en el momento de las explosiones.
En casos extremos, se recomienda suministrar tranquilizantes, cuyo efecto dura de dos a cuatro horas. Vienen en tabletas o gotas y también es necesario que se formulen bajo la autorización de un médico veterinario.
Hay expertos que afirman que las esencias florales son efectivas y por ser naturales, no tienen ninguna contraindicación en los animales y les ayudan a manejar los episodios de ansiedad.
Recomendación importante
Es importante que las personas no reaccionen con gritos ante la pólvora o los ruidos, porque las mascotas se pueden confundir, ya que no diferencian si se trata de algo positivo o negativo, y mucho menos, se les debe reprender por tener reacciones frente a los ruidos fuertes.