top of page

Contar para sanar… la pérdida.

  • Foto del escritor: Corporación Con La 9
    Corporación Con La 9
  • hace 4 días
  • 2 Min. de lectura
Marta Elena Osorio Medina, presidenta del Club de Vida Ocaso Azul, y sus compañeras.
Marta Elena Osorio Medina, presidenta del Club de Vida Ocaso Azul, y sus compañeras.

Si bien es cierto que con los años ganamos experiencia e inteligencia emocional, nada nos prepara para la gran cantidad de duelos que tenemos que afrontar cuando llegamos a determinada edad: separaciones, divorcios, hijos que se van o hermanos, amigos y compañeros que fallecieron. A veces los duelos también tienen que ver con lo que ya no somos, la salud que no tenemos, el dinero que gastamos y todo aquello que se va desprendiendo de nosotros en cada paso que damos hacia adelante. Ser adulto mayor significa encontrar todos los días la fortaleza necesaria para decir adiós y continuar con la vida.


Norma Vásquez, una mujer de 84 años, lo ha vivido en carne propia: “A mí me afectó la muerte de mi hermano, el alejamiento de mi hijo, las pocas veces que veo a mis nietos, la forma como me sacaron de mi casa después de haber vivido toda mi vida allí, la soledad y la falta de salud”, cuenta.


A pesar de estos golpes, Norma ha encontrado sus propias formas de resistir: “He descubierto en el tejido y en la oración una manera de lidiar con el dolor, pero no es fácil. La única forma de superarlo es tener la fe suficiente para poner los pies en la tierra y creer que, al fin de cuentas, todo lo vivido nos ha traído hasta acá y nos ha convertido en lo que somos. Uno no puede pretender que los hijos nos dediquen tanto tiempo porque ellos tienen su propia vida, sus propios hijos y sus propias angustias. Yo no quiero echarle más problemas encima al mío, no creo que sea justo”.


Conscientes de estas realidades, el taller “Contar para Sanar” abrió sus puertas a más de 120 adultos mayores de la comuna 9 - Buenos Aires. Bajo la orientación de la psicóloga Cristina Hincapié, los participantes encontraron un espacio seguro para hablar de esos dolores que muchas veces no se atreven a compartir con nadie.


El primero de cuatro encuentros tuvo lugar en un salón del cerro La Asomadera. Marta Elena Osorio Medina, presidenta del Club de Vida Ocaso Azul, que se reúne tres veces por semana en la cancha del sector, participó junto a su grupo en la experiencia. “Escuchando las historias de las compañeras, uno se da cuenta de que solo no es capaz de sacar lo que lleva por dentro de la misma manera que lo logra una profesional. Fue muy bonito el ejercicio y yo sé que quienes contaron no quedaron sanas, pero sí dieron un primer paso. Este taller, gracias a Dios, llegó a tiempo, porque casi todas las que estamos aquí cargamos con un duelo. Hay muchas heridas muy fuertes. Mejor dicho, todas, aunque algunas más que otras”, relató Marta y concluyó con un llamado a la continuidad: “Estoy muy agradecida de que la alcaldía haga posible estos espacios. Ojalá no los quitaran y, por el contrario, los aumentaran, porque son muchas las que aún tienen duelo”.

 
 
 
Redes  sociales:
  • Facebook
  • Instagram
  • Youtube
  • X

Número de vistas:

© 2025 Corporación Interactuando con la 9 - Derechos reservados.

Reliza:

bottom of page