Huertas caseras en pro de mejorar la calidad de vida
Para Carolina Restrepo la vida dio un giro inesperado al optar por crear su propia huerta en el jardín trasero de su casa. Los beneficios que trae construir una huerta casera son incomparables, ya que promueven la cultura de la autogestión alimenticia y mejoran la calidad de vida a muchos niveles. “Un beneficio evidente al crear mi huerta fue comer y disfrutar de lo que siembro, tomar directamente de la tierra las hortalizas y las plantas con las que me alimento a diario (…) cebolla, cilantro, lechuga romana y otra variedad de plantas medicinales y verduras.” Afirma Restrepo.
Huertas caseras como alternativa de autosostenibilidad
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) el proyecto de “Huertas Caseras para el Autoconsumo” de la Unidad de Seguridad Alimentaria de la Alcaldía de Medellín, es una de las seis experiencias exitosas en la producción y autoconsumo de verduras en el país.
Deshierbar, limpiar y regar las plantas son las labores que realiza cada mañana, Ovidio de Jesús Arboleda Pineda, biólogo jubilado de la Universidad de Antioquia, en su huerta instalada en la terraza de su casa, en la cual cosecha las hortalizas que ahora le quitan la necesidad de comprar en la legumbrería de su barrio.
“Es una bendición poder contar con mis propios tomates, caléndula, perejil, cilantro, lechugas y otras matas y verduras que sembré en la terraza de mi casa. En principio fue duro subir toda la tierra y cercarla con orillos de madera, dejarla bien pulpita y con buena profundidad para que las plantas pudieran tener su proceso de crecimiento sin atropellos, pero fue muy satisfactorio verlas crecer y sacar provecho de esta labor tan útil y fácil de realizar”. Explica Pineda.
Calidad de vida que sale de la tierra directo a tus manosSegún Laura Castaño, estudiante de octavo semestre de biología en la Universidad de Antioquia, las huertas caseras traen un significativo beneficio en la calidad de vida de aquellos que asumen la tarea de crear una.“Para una huerta casera son necesarios espacio y voluntad de cultivar. Los recursos se pueden conseguir con gestión social, compra o intercambios, en ella se pueden cultivar plantas aromáticas, medicinales, verduras, hortalizas, plantas ornamentales, condimentarías, frutales, arvenses y forrajeras, más que solución a un problema de productividad agrícola, son una estrategia de educación ambiental y de sostenibilidad para promover una cultura alternativa de alimentación autogestionada.
El abono
Para el abono se usan los residuos orgánicos en forma de compostaje. El compostaje es una forma importante de reciclaje que se puede hacer en casa, es una manera fácil de reducir la cantidad de basuras en los hogares y aplicarla a un ejercicio de agricultura urbana.“Las huertas son una herramienta práctica y hermosa para utilizar en el diario vivir y los desechos que producimos en el aprovechamiento eficiente de alimentos y plantas que mejoran nuestra salud. Además trae, en sí, un mensaje ambiental que nos habla acerca del autosostenimiento y respeto por la naturaleza, como fuente de abastecimiento, sin perturbar el orden de las cosas, sin afectar el entorno y aprovechando cada recurso en beneficio de otro.Cada vez son más las personas que se adhieren a esta fantástica opción.
Son cerca de 10.000 personas en Medellín que han mejorado su seguridad alimentaria y nutricional a través del proyecto de Unidad de Seguridad Alimentaria, según cifras de la Alcaldía de Medellín. Para acceder a los beneficios de una huerta casera sólo es recurrir al sentido común, al amor a una labor que se realiza en nuestro propio beneficio y al interés por desligarse de la cadena dependiente de consumo, que imponen nuestro sistema económico.
La fitorremediación como estrategia ambiental de recuperación
Pero no todo se queda en el autoabastecimiento, también existen importantes beneficios en el campo de la fitorremediación, que es el proceso por el cual se descontaminan los suelos, se depuran las aguas residuales o se limpia el aire interior, usando plantas vasculares, algas (ficorremediación) u hongos (micorremediación). El objetivo es tratar de eliminar o controlar las diversas contaminaciones y la degradación de compuestos dañinos, los cuales se aceleran mediante la actividad de algunos microorganismos, que aportan dichas plantas. Explica Ovidio Arboleda.“Es tratar de aliviar la tierra con el uso de plantas que reconfiguran dichas sustancias como los lixiviados (líquidos) y contaminantes de alta perduración, por medio de la siembra de las plantas llamadas hiperacumuladoras , seleccionadas por su capacidad de extraer grandes cantidades de contaminantes, rápido crecimiento, alta resistencia al entorno y por ser fáciles de arraigar y mantener (…) contienen una alta capacidad de evapotranspiración (evaporación del agua a través de hojas) y la capacidad de transformar los contaminantes en productos no tóxicos o menos tóxicos”. Explica Arboleda.