Ubicada en el barrio La Milagrosa, en la Comuna 9 de Medellín, la Iglesia de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa es un referente tanto arquitectónico como espiritual de esta zona. El templo destaca por su majestuosidad y diseño, que refleja el fervor y compromiso de la comunidad católica que lo ha sostenido a lo largo de los años. Aunque no cuenta con una plaza frontal como otras iglesias, su ubicación a una cuadra del parque del barrio y su entorno montañoso le otorgan un carácter único. Su estructura es testimonio del amor y la devoción de sus fieles, quienes han contribuido a su crecimiento y preservación.
Su historia se remonta a comienzos del siglo pasado, cuando el dueño de estas tierras era Camilo Quijano. Una ola de inmigrantes había llegado desde el oriente antioqueño para trabajar en las nacientes empresas que estaban surgiendo en Medellín. Camilo, en un acto de solidaridad, donó parte de sus terrenos para construir viviendas para los obreros. Debido a esto, el barrio tomó el nombre de “Quijano”, en agradecimiento a su benefactor. En 1925, los trabajadores le solicitaron a Camilo que donara un terreno más para construir un templo, a lo que él accedió. Sin embargo, el permiso del arzobispo para erigir la nueva iglesia llegó 18 años después. Fue así como en 1943 se inicia la construcción del templo de la Señora de la Medalla Milagrosa y el 28 de agosto de 1951 se le da el estatus de parroquia, año en el que también el barrio tomó el nombre de su santa patrona, La Milagrosa.
A diferencia de otros templos, este no está ubicado en la plaza del parque, ni cuenta con un gran atrio. Sin embargo, gracias a su majestuosidad, se puede identificar fácilmente a distancia, desde diferentes puntos de la comuna. Está ubicada a tan solo 10 minutos del centro de Medellín, desde donde se puede llegar fácilmente en bus.
Una de las curiosidades de este templo, es que en su interior se conserva un hueso de la religiosa Santa Catalina, una religiosa italiana que fue declarada santa en 1461.
Comentários