Por: Alejandra Diaz
Los océanos definen la subsistencia de los seres humanos en la tierra, cumplen la función en los ecosistemas de regular la formación de las nubes y de la lluvia y por ende inciden en el clima, además, producen del 70 al 80 % del oxígeno en la tierra, retienen cerca del 30 % del CO2 producido por el ser humano y sirven como la mayor fuente productora de proteínas, es decir, que tienen implicaciones en nuestra alimentación.
Lo más grave del asunto de la contaminación de los océanos, es que los mares también se están viendo sumamente alterados por muchos factores, pero uno de los más graves es la acumulación de los residuos sólidos, en especial, los plásticos y microplásticos que botan las personas irracionales. La situación ambiental, si no es muy alarmante ya, es que el mar, los peces, las algas y las microalgas las necesitamos para preservar nuestra propia vida sobre el planeta y estamos haciendo todo lo contrario para revertir este escenario apocalíptico.
Otra de las situaciones que ha empezado a llamar la atención es el cambio climático, lo que afecta la diversidad biológica de los océanos, que es donde se encuentra albergada la mayor diversidad de fauna. Nos alimentamos de los residuos que desechamos a los océanos, ¿es eso coherente? Peces con microplásticos y mercurio que después consumimos. Estamos atentando contra nuestras propias vidas.