Los beneficiarios y sus familias reciben acompañamiento psicosocial e interdisciplinario.
Se busca promover autonomía personal, vida independiente, participación, interacción, roles sociales y conducta adaptativa.
Como medida de prevención, la mayoría de estas personas serán atendidas de manera virtual.
El Centro Integrado reinició sus actividades para brindar atención y acompañamiento psicosocial a 195 niños, niñas y adolescentes, entre 7 y 17 años, con discapacidad intelectual leve y moderada, que resultaron beneficiarios tras la jornada de postulación realizada por la Alcaldía de Medellín, entre enero y marzo de este año.
Estas personas recibirán atención interdisciplinaria en psicología, fonoaudiología, terapia ocupacional, trabajo social, psiquiatría y neuropsicología, por medio de un Plan de Atención Integral que busca potenciar el desarrollo de habilidades adaptativas, personales, sociales, comunicativas, de interacción y de participación en la comunidad.
Dicho acompañamiento se ofrecerá desde la virtualidad, con excepción de algunos casos que, por distintas circunstancias, deberán ser atendidos en sus hogares, hasta donde se desplazarán los profesionales del Equipo de Discapacidad de la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad requeridos.
También se buscan alianzas con la red de instancias públicas, privadas y comunitarias para ejecutar acciones conjuntas e intercambios para fortalecer el proyecto y dar continuidad a los procesos de los niños, niñas y adolescentes que egresan.
“Esta es una forma de promover la inclusión y los procesos de habilitación y rehabilitación de las personas con discapacidad. La idea es que los niños, niñas y adolescentes beneficiados fortalezcan sus habilidades y destrezas en distintos frentes y promuevan su autonomía e independencia, lo que contribuye a construir proyectos de vida”, señaló el subsecretario de Derechos Humanos, Diego Herrera Duque.
Los participantes del proyecto cumplen con los siguientes requisitos: diagnóstico de discapacidad intelectual leve o moderada, residen en el municipio de Medellín, cuentan con la última versión del Sisbén, están afiliados al sistema de salud en calidad de beneficiarios, no tienen auxilios de otro programa con el mismo objeto social, no asisten a otra modalidad educativa y tienen independencia en las actividades básicas.
Quienes tienen discapacidad psicosocial asociada deben evidenciar el control y adherencia al tratamiento. Otro de los requisitos es contar con un cuidador o familiar comprometido que acompañe permanentemente el proceso, puesto que las 195 familias de los usuarios recibirán orientación psicosocial para fortalecer las acciones de cuidado y protección de sus entornos inmediatos, además de formación mensual que permita el empoderamiento en temas asociados al desarrollo integral, derechos, necesidades de apoyo y pautas de crianza de los beneficiados.
El proyecto tiene 69 cupos más que el año pasado y una inversión de $1.813 millones, con recursos propios y de presupuesto participativo.
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