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  • Héctor Javier Barrera

Biblioteca Pública Ávila María Agudelo Mejía, una mina de conocimientos para explorar

“No hay una cuna de democracia en la tierra mejor que la biblioteca pública gratuita, esta república de las letras, donde ni el rango, el cargo ni la riqueza reciben la mínima consideración”. Andrew Carnigie, extinto empresario estadounidense y filántropo millonario, quien donó recursos para la construcción de más de 3.000 bibliotecas públicas en diversos países.


Son las 10 de la mañana de un sábado cualquiera. Ocho adultos mayores escuchan con atención la decimotercera clase que les imparte Gladys Manrique Gómez, gestora de fomento de lectura, escritura y oralidad en la Biblioteca Pública Ávila María Agudelo Mejía, en la calle 39 # 38-21, aledaña a la Institución Educativa El Salvador, sección José de San Martín.

Formación de abuelos cuenta cuentos

Los asistentes, jubilados y amas de casa, antes integraban un programa de informática de la mencionada biblioteca y allí fueron invitados a conformar un club de abuelos cuenta cuentos, en el que ahora les encanta aprovechar el tiempo libre de manera productiva, aprender de cada tema que Gladys les enseña y viajar por el fascinante mundo de los libros con el riesgo de querer quedarse atrapados, sumidos en el conocimiento de las historias y de los nuevos aprendizajes.


Sus fantásticos vuelos por las letras empezaron el pasado 8 de mayo y desde entonces cada sábado, sin falta, acuden a esta aventura en la que suelen leer y replicar lo aprendido con sus familiares y amigos, porque tienen claro que de nada sirve tener conocimientos si no se comparten.

Gladys Manrique Gómez
Gladys Manrique Gómez

“El programa de abuelos cuenta cuentos promueve la lectura en voz alta y la narración oral entre diferentes generaciones”, explicó Gladys. En esta ocasión ella les lee apartes de un cuento llamado El perro en la arena, redactado por una mujer que se declara ingeniera por rebeldía, museóloga por goma, mamá por fortuna, bailarina por necesidad, lectora de profesión y escritora por accidente.


“Uno escribe sus pensamientos y cualquier día los junta y los convierte en libros”, los alienta esta maestra de las letras a seguir el ejemplo de Claudia Aguirre, la autora, quien es una amante de la cámara fotográfica que se obsesiona por seguir los pasos de un perro en la playa y contarle, por medio de correos, cada cosa que hace el animal a una prima.


“Esta semana lo oí aullar, pero no lo hace como un perro cualquiera, suena a gaviota triste con un eco de barco, después corre a jugar en la arena y se revuelca de placer”, les lee Gladys un fragmento del mencionado cuento.


La gestora llegó en febrero de este año a este pequeño, pero apasionante punto de encuentro de la cultura en el barrio El Salvador, proveniente de una biblioteca pública del barrio Popular de Medellín.


Ella se mete en el cuento de contar cuentos porque le encanta promover la lectura y su pasión por eso le brota en cada gesto y en cada palabra, así lo han podido experimentar sus mismos pupilos, quienes en esta ocasión también la escuchan hablar de los duelos no elaborados en la pandemia, de algunas añoranzas del pasado, de la forma cómo enviaban correos en su niñez y de muchos otros asuntos tan interesantes que logra captar la atención de sus interlocutores, como lo haría un buen escritor con sus lectores.


“La profesora tiene un dominio total de los temas y nos estimula mucho a leer un libro, a ver videos y aprender todo lo relacionado con contar cuentos,” expresó Álvaro Marzán, a lo que Jerzey Muñoz añadió que con ella ha aprendido que para escribir no se necesita ser un escritor, que cualquiera lo puede hacer.


“Los libros mejoran la concentración porque mantienen nuestro interés cuando nos atrapan. Si están aburridos, la invitación es a que vengan, que acá se entretienen y aprenden”, prometió Gladys.


Más que una clase, cada sesión es una tertulia, un encuentro entre amigos que dialogan y aprenden en medio de estos extraños días que también dejan su moraleja, como la que les dejó el cuento mencionado, escrito por Claudia Aguirre como una terapia de sanación por el duelo que le produjo la pérdida de un ser querido, porque entre muchos de los beneficios de la lectura y de la escritura figuran sanarse, liberarse y educarse porque el conocimiento os hará libres, como decía el filósofo Sócrates.


Las impresiones de los abuelos cuentan cuentos

Gloria García

“Para mí ha sido una experiencia muy linda, ya que toda mi vida trabajé con las confecciones y ahora que estoy pensionada disfruto de este espacio, que en mi juventud no pude tener”: Gloria García.

Álvaro Marzán
Álvaro Marzán

“Acá se garantiza el libre acceso a la información, soy pensionado de EPM y este espacio es una oportunidad para potenciar el pensamiento y aprender de la cultura, también para compartir con los vecinos”: Álvaro Marzán.

Jerzey Muñoz

“Aunque son abuelos cuenta cuentos, yo soy joven, porque acá son abiertos a todos los públicos. Les recomiendo que vengan porque se van a encontrar con muchos programas para entretenerse y aprender, para tener insumos que les permitan tener un mejor léxico y entablar buenas conversaciones”: Jerzey Muñoz.



Clubes de lectura para todos los gustos y con enfoque de inclusión


La Biblioteca Pública Ávila María Agudelo Mejía estuvo ubicada hasta finales del 2019 en el barrio Ávila. En esta pequeña mina del conocimiento hay una gran variedad de servicios gratuitos y de enormes beneficios que la comunidad puede aprovechar.


De 4 p. m. a 5 p. m., todos los martes, la biblioteca tiene un club de lectura para adultos. “Nos reunimos en torno a la lectura de autores elegidos de común acuerdo. Estamos explorando la obra de Gabriel García Márquez y empezamos con El coronel no tiene quien le escriba y ahora estamos trabajando Crónica de una muerte anunciada”, detalló la promotora de lectura.


Cada miércoles, a las 2 p.m., hay un club de lectura juvenil. “Estamos trabajando una obra muy bella que se llama No le digas que aún la amo, una novela que aborda la incursión de los jóvenes en las redes sociales y los peligros que esto conlleva cuando no se le dan buenos usos”, reveló.


El gran libro de cuentos con valores es la obra que se trabaja todos los jueves a las 2 p.m., en el club de lectura infantil, que debido a la pandemia, se está haciendo de manera virtual.


Otros programas


La biblioteca cuenta también con el programa denominado Otras formas de leer, en el que cada 15 días atienden a población en condición de discapacidad en un hogar de 20 abuelos llamado Hermano sol, hermana luna, San José, del barrio La Milagrosa. “A partir de lecturas, hacemos un conversatorio, cantamos, oímos música, pintamos, recordamos, tertuliamos porque la intención es movilizar la memoria de ellos para que nos cuenten momentos felices de sus vidas, refranes de los pueblos y sus historias personales”, detalló.

Foto cortesía biblioteca Pública Ávila María Agudelo Mejía

“Tenemos otra actividad muy interesante que se llama Lecturas transmedia, en la que usamos las distintas herramientas tecnológicas para mostrarle a nuestro público que hay otras maneras de acceder a la lectura”.


Además, allí realizan, cada martes, un bello programa llamado lecturas por teléfono. Esto les ha permitido establecer lazos de comunicación y amistad con las comunidades, en plena pandemia, a las que les leen cuentos para los niños, fragmentos de novelas para los adultos, al igual que poesía, la cual ha sido un éxito. Durante ese día realizan 20 llamadas que han sido un bálsamo de tranquilidad para los beneficiados.


Horarios y más servicios

Fotografía Alejandra García, Sandra Londoño, Gladys Manrique y Leidy Taborda

La atención al público en la biblioteca es de 9:30 a.m., a 6 p.m., de lunes a viernes y los sábados de 9:30 a. m., a 5 p. m. Allí encontrarán libros de todos los géneros, que podrán prestar durante 10 días con posibilidad de renovarlo hasta por 2 ocasiones. Si no puede ir, está abierta la facilidad de renovar el material por teléfono.


Para acceder a todo eso, tan solo deben llenar un formato con el documento de identidad y 2 referencias personales. Los usuarios cuentan con el servicio de internet gratuito y préstamo de material audiovisual. Además, si buscan un libro y allí no lo tienen se los consiguen en otra biblioteca del sistema mediante el programa Libros sin Fronteras. ¡Anímese a disfrutar de todos estos servicios! Son gratis y hay muchas más cosas por descubrir.


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