top of page

Ana y el barrio más joven de la Comuna 9: Bocana

  • Foto del escritor: Diana Jaramillo
    Diana Jaramillo
  • 25 abr
  • 3 Min. de lectura
Ana Zuluaga en su gimnasio Power Funcional.
Ana Zuluaga en su gimnasio Power Funcional.

Ana María Zuluaga es preparadora física y edil de la Junta Administradora Local de la Comuna 9. Ella vive en el barrio más nuevo de nuestro territorio: Bocana. “Este barrio tiene aproximadamente siete u ocho años más o menos de haber sido creado. Ha tenido un crecimiento muy rápido, en habitantes más que todo. La mayoría de las personas que viven aquí son población migrante”.


La zona donde actualmente está ubicado este barrio era anteriormente un cafetal. El terreno fue dividido y vendido por lotes. Las personas que adquirieron estas parcelas, luego construyeron sus casas.“No estuve desde el principio, ya que hace apenas seis años que vivo aquí. Cuando mi esposo y yo nos mudamos, las calles aún no estaban pavimentadas y enfrentábamos muchas dificultades, incluso el riesgo de que nos tumbaran las casas debido a posibles problemas. Sin embargo, lo que hicimos fue que todos los propietarios comenzamos a construir y a mudarnos a nuestras casas. Ya se había hecho la inversión y la casa estaba lista”.


Más adelante, los líderes que realizaron toda la gestión para conseguir el agua potable, también abogaron para que las calles fueran pavimentadas. En este momento cuentan con todos los servicios públicos: energía, agua potable, internet y gas, con algunas excepciones.

Las casas cercanas a la quebrada no tienen acceso a gas domiciliario, por un asunto de riesgo. Mientras que las casas ubicadas en la parte más arriba no tienen calles pavimentadas, ni acceso al agua potable, debido a que fueron construidas después de que este servicio se implementara en el barrio.


Uno de los principales desafíos que tiene el barrio es la carencia de espacios públicos. Cuando se realizó la división del terreno, no se tuvo en cuenta dejar un espacio para un parque, una zona verde o un salón social. Mientras que comercialmente hablando, tiene gran variedad: pizzería, discoteca, pollería, supermercados y el gimnasio Power Funcional, cuya dueña es Ana.

El liderazgo de Ana


“Yo siempre he sido líder en la comuna, pero cuando llegó a mí la propuesta de JAL (Junta Administradora Local) yo no estaba muy convencida porque a mí no me gusta mucho el cuento de la política. Lo que realmente disfruto es la labor social. Me gusta hablar con la gente directamente, hacer algo por las personas”, afirmó Ana. “Mi esposo me dio un consejo: ‘¿Qué pierdes? ¡Anímate! Esto puede ser un logro más en tu vida’. Entonces, decidí lanzarme. Como no tengo mucho tiempo libre, me encargué de hacer campaña por WhatsApp. Hablé con mis amigos, conocidos, el amigo de un amigo, y de esa manera llegué hasta aquí. Realmente, este ha sido un logro muy grande. Siempre creí que lo lograría, porque quienes me conocen saben que soy muy positiva. Me creo todo, para mí todo está bien, todo está hecho. Cuando supe que había sido elegida como edil de la JAL, me sentí profundamente agradecida con todas las personas que confiaron en mí y me apoyaron. Fueron casi 300 los que votaron por mí, que en algún momento pensaron: ‘¡Vamos por esta pelada!’ o ‘¡Vamos por la profe!’ (me llaman la profe por el gimnasio). Sin duda, ha sido un logro muy significativo e importante en mi vida.”


La profe del gimnasio


Debido a las múltiples ocupaciones que tiene Ana como edil de la JAL, su tiempo en el gimnasio se ha reducido un poco. Afortunadamente cuenta con el apoyo de una joven que trabaja con ella y una usuaria que se ha empoderado de la situación para que Ana pueda cumplir con sus labores comunitarias. Power Funcional, como se llama su negocio, no es nuevo. Comenzó en Ayacucho, al frente del centro comercial La Central. Pero el confinamiento producto de la reciente pandemia global, la obligó a cerrar sus puertas. Más adelante, fue su esposo quien le sugirió no seguir pagando arriendo de un local y construir el segundo piso de su casa para ubicar el gimnasio. Frente a este tema, Ana se siente muy feliz y confiada: “La recepción es muy buena. La gente que me conoce y sabe cómo es el entrenamiento, se enamora. Aquí la gente cuando se va es porque se cansó de que le digan qué hacer, pero no por el negocio o por la forma como entrenamos. Aquí somos la familia Power Funcional y todo lo que pasa, entre todos lo solucionamos, lo sobrellevamos. Es más que un templo para entrenar, también es un lugar para dispersar la mente, el alma y los problemas que llevamos del día a día”.

 
 
 

Comentários


Redes  sociales:
  • Facebook
  • Instagram
  • Youtube
  • X

Número de vistas:

© 2025 Corporación Interactuando con la 9 - Derechos reservados.

Reliza:

bottom of page