top of page
  • Marta Morales - diseño: Daniel Marín

La familia es el principal pilar contra el consumo de drogas


El consumo de drogas en los espacios públicos es uno de los problemas que más identifican los habitantes de la Comuna 9. Pero este es un problema que lejos de desaparecer, evoluciona, sin que las autoridades puedan hacer algo para disminuirlo. Desde la Policía Nacional se le apuesta a hacer campañas con niños a través del programa educativo D.A.R.E, pero reconocen que se necesita del apoyo de los padres.


Para indagar más sobre este tema, hablamos con Jeimy Mesa, psicóloga clínica de la Universidad San Buena Aventura y psicoterapeuta.

¿Cómo crees que puede influir el consumo de drogas en los espacios públicos a los niños?


Yo creo que hay muchos factores que pueden influir en que un niño tenga cierta predisposición al consumo de sustancias psicoactivas, no solo los espacios públicos, pero si pueden ejercer alguna influencia. Pero no podemos decir que es determinante y que es la única o la principal, porque yo creo que a lo largo de los procesos de desarrollo de los niños sabemos que la familia que es el núcleo fundamental, es donde se forman las bases principales para que un niño tenga un desarrollo saludable. Y hablar de que hay que evitar que en ciertos espacios se consuma, es muy complejo.

No podemos volver eso en un mito. Creo que es un error que cometen muchos padres o educadores “no pasen por ahí, que por allá se hace algo que no se debe”. Hay que contarles ¿qué es lo que están haciendo?, hay que hablar de las drogas con los chicos, porque en psicología incluso hacemos mucho énfasis en que no es la droga (la mala) necesariamente, sino lo que se hace con la droga. Y no todas las personas van a acceder a la droga porque vean a un grupo de persona consumiendo. Pero si hay que hablar, porque si el tema se deja abierto incluso se va a prestar para que los niños desde la curiosidad vayan y exploren qué es lo que sucede allá. Pero si tienen un ambiente donde les cuentan qué pasa, donde les hablan de los riesgos, donde los acompañen; el factor de riesgo para que ellos consuman va a disminuir.


¿Depende también de cómo afrontamos culturalmente esto?


En un país como el nuestro, primero, hay muy poca cultura frente a la prevención. Y segundo, no hay cultura o educación frente a qué pasa con la droga. Lo que yo te decía ahora, si el problema era realmente la droga o lo que se hace con ella, porque la droga siempre ha existido, siempre va a existir; incluso de manera terapéutica, pero este contexto no le da todavía ese lugar. Claro que hay otros países del mundo donde eso tiene un sentido cultural distinto y las personas no se van a alarmar si ven en un espacio abierto a algunas personas consumiendo su dosis personal, por ejemplo, pero aquí sí, aquí estamos todavía en un momento muy distinto y nuestra cultura nos ha enseñado que la droga es algo negativo y claro que puede causar unos perjuicios muy significativos en una persona y afectar toda su vida y todo su desarrollo. Pero si tiene mucho que ver con lo cultural y como aquí tiene la connotación estrictamente negativa de algo prohibido, entonces por eso hay que hablarles tanto, con mayor razón, hay que acompañarlos mucho porque nosotros somos también lo que culturalmente vemos y escuchamos. Entonces todos sabemos que si cruzamos un espacio y ahí hay un grupo de personas consumiendo drogas ya tenemos un referente frente a eso.


Lo principal es eso, conversas con ellos, hablar de que en este contexto es así y acompañarlos, porque finalmente estamos aquí, las normas de este país y de esta ciudad son distintas, y también los chicos tienen que aprender a adherirse a esa ley, porque tampoco nos podemos ir al extremo de que hagan lo que quieran, de que exploren la droga libremente y ya. Sino que tenemos que acompañar precisamente a los niños y adolescentes en esa adherencia a la norma y a la autoridad, que es incluso yo creo que es más importante que la droga. Cuando un niño pequeño aprende sobre la autoridad, sobre el respeto, no la autoridad estricta que castigue, sino que logre registrar psicológicamente que hay cosas que no se deben hacer, los límites y el respeto por el otro.

1309 visualizaciones
bottom of page