
Wberney Zabala, nace en SantaRita de Ituango a 219 km de Medellín, una persona alegre y de diálogo rápido, alto, delgado, de miara atenta, de sonrisa amable y profunda. Wberney demuestra su temperamento activo con la fluidez de una diálogo concreto y coherente, donde se refleja el amplio conocimiento que tiene acerca de su gente y su barrio Pablo Escobar.
A sus 43 años pasa su tiempo dedicado exclusivamente a su labor como gestor social. Él es el presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), impulsador deportivo incansable, se define como una persona inteligente a la hora de definir su situación sentimental, ya que como el mismo da a entender goza de su soltería.
La infancia y juventud se construyen en los viajes
A la edad de 13 años emprende su viaje con la curiosidad que le produce conocer otras tierras, otros aires. Deja atrás su pueblo e inicia un viaje por diferentes lugares en Colombia.
“Yo quería recorrer el país, porque siempre quise conocer todo Colombia pero no alcancé, recorrí Chocó, Quindío y Caldas. Mi papá y mi mamá eran muy respetuosos de esa decisión, es que éramos 9 hijos y usted se imagina todos ahí creciendo, apeñuscados, ya cada uno debía salir a buscarse su futuro (…) En Medellín viví en Moravia, yo llegué a la ciudad en un camión y venía con la intención de estudiar en un colegio de Aranjuez llamado Liceo Gilberto Alzate Avendaño pero por cuestiones del destino terminé viajando a Urabá y empecé a recorrer, ya cuando tuve la mayoría de edad entré al ejercito”.
El ejército, un cambio radical en su vida
Wberney se enlista en el ejercito y por una acción en combate pierde su brazo izquierdo debido a un impacto de bala. Es allí donde su vida cambiaría para siempre y vendría a Medellín para establecerse en el barrio Pablo Escobar.
“Yo salí pensionado por el Ministerio de Defensa, pasé de ser un campesino a ser una persona de ciudad, eso fue hace 23 años y me vine para Medellín, específicamente a este barrio, donde me dieron la oportunidad de compartir con los jóvenes y niños en actividades deportivas (…) Toda la vida he tenido liderazgo en los barrios donde he vivido, pero nunca había tenido la oportunidad a este nivel tan amplio, pero viéndome tan joven y pensionado, vi la necesidad de hacer algo útil por la comunidad”.
Como Wberney aclara el llega al barrio Pablo Escobar en un momento donde la comunidad estaba en proceso de implementar a líderes con propuestas novedosas. Es allí donde entra a trabajar con niños en la parte deportiva y recreativa, ganándose la confianza de los chicos y el reconocimiento de los padres de familia y la comunidad en general.
“Yo tengo que ser honesto, más que enseñarles, yo aprendía mucho de ellos y ellos de mí, yo nunca tuve una formación de ese tipo, lo que hacia era que a través del deporte, la recreación y un grupo comunitario, les inculcaba valores, y paralelo a ésto fui realizando varios cursos que me fortalecieron mucho en mi quehacer”.
Así fue como los propios padres de familia en la diferentes reuniones barriales y comunales, le pidieron el favor de asumir el cargo de presidente de la Acción Comunal del barrio, lo cual Wberney aceptó con gusto, aún sabiendo que no tenía ningún conocimiento pero como él mismo afirma, “la vida es de tomar algunos riesgos y decisiones en el momento apropiado y asumirlos con responsabilidad y transparencia”.
Titulación y los retos a otro nivel
“Ya era un reto más grande, en ese momento fue que empecé a conocer las diferentes problemáticas del barrio y ver las posibles soluciones. El grupo de trabajo que se conformó en esa época nos dimos a la tarea de identificar necesidades más específicas como el subsidio de la señora, que el Sisbén del señor, que los mercados comunitarios, pero también habían proyectos que eran macro y que no se gestionaban aquí en el barrio, entonces tocaba ir a buscar a la administración municipal, uno de esos problemas era que un sector del barrio no tenía ni acueducto ni alcantarillado y que la totalidad del barrio no estaba legalizado, es decir, lo construyó Pablo Escobar, lo entregó a las familias pero no les dio escrituras”.
Wberney ha venido trabajando en ese proceso como proyecto bandera en su administración, han sido varias las luchas con las diferentes administraciones locales pero en últimas se logró iniciar y consolidar dicha búsqueda. Según él, indiferente a que se haya hecho por Pablo Escobar, el barrio se merece un reconocimiento a nivel de legalidad con las viviendas.
“En ese entonces me decían que habían dos opciones, una era que pagáramos 2.200 millones de pesos por concepto de legalización y la otra era que el propio Pablo firmara las actas de cada casa para hacer legal dicho trámite. Ninguna de las opciones era posible por obvias razones. Primero nunca había oído nombrar semejante cifra y segundo a Pablo Escobar no lo encontró ni la DEA ni la CIA, ahora para que nosotros lo encontráramos”.
Lo que se hizo fue que a través de la corporación Medellín Sin Tugurios, que en esa época fue creada por Pablo Escobar, se aceptara el trámite ante la Alcaldía, perdonando la deuda a los habitantes del barrio y así comenzó el proceso de titulación, que hasta el momento va en un 95 %, según Zabala.
“Las casas que no sean logrado acoplar al proceso son viviendas que están a orilla de las quebradas o que arbitrariamente se han apoderado de algunos terrenos y bueno es un proceso más complicado con ellas pero ahí vamos”.
Otras voces
Para Nora Londoño, Wberney es un personaje clave en el desarrollo del barrio y una persona que ha brindado su corazón y trabajo para mejorar la calidad de vida de los habitantes del barrio.
María Gilma Ríos ve en Wberney un apoyo, una persona que se ha entregado en cuerpo y alma a conocer las diferentes problemáticas del barrio y que ha logrado muchas metas en pro de su mejoramiento, tanto de la infraestructura como de las personas que lo habitan.