Sin lugar a dudas, el arte urbano ha cobrado una fuerza increíble en los últimos años. Sin embargo, erróneamente se llama graffiti a toda pintura plasmada sobre un muro exterior en cualquier edificación de la ciudad. Hoy vamos a responder esa duda, explicando las principales diferencias entre una y otra técnica.
Empecemos por el origen, el graffiti recibe su nombre gracias a inscripciones hechas en espacios públicos durante la época del imperio romano, conocidas como “graffito”. Estas buscaban satirizar algunas situaciones. Mientras que el mural proviene del latín “murus” y hace alusión a una ilustración hecha sobre una pared.
Otra gran diferencia es la forma como se integran al espacio urbano. Mientras que el graffiti puede hacerse en cualquier punto de la ciudad, el mural busca estar en sintonía con el espacio donde está ubicado. No busca romper, sino aportar y armonizar con la arquitectura circundante.
Sin embargo, una de las principales diferencias está en la legalidad de uno y otro. Mientras que el mural tiene un permiso para su realización, y hasta muchas veces es solicitado por los dueños del lugar, el graffiti se hace sin ningún tipo de autorización.
Uno de los muralistas más famosos de la historia es Diego Rivera, esposo de Frida Kahlo, quien realizó un total de 137 murales, que se encuentran primordialmente en México, su país natal, y en Estados Unidos. Su obra goza de un contenido político muy fuerte, donde toca temas como la identidad cultural y los infortunios de las luchas sociales. Por su simbolismo y detalle, Diego es reconocido como uno de los muralistas más importantes del siglo pasado.
Mientras que en el graffiti se destaca Banksy, un artista anónimo, cuyo rostro nadie conoce, pero que su trabajo ha trascendido las calles del Reino Unido, para convertirse en uno de los artistas vivos más relevantes de este tiempo, no solo por su misticismo o técnica, sino por el fuerte mensaje social que expresa en cada una sus obras.
Lo cierto de todo, es que ya sea graffiti o mural, ambas técnicas comparten la necesidad de poner “sobre la mesa”, o en este caso, “sobre el muro” problemáticas sociales que deben ser expuestas, como es el caso de los nuevos murales de la comuna 9, en cuyo arte prima la urgencia de cuidar nuestros niños y brindarles un futuro mejor.
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