Aguas negras que desembocan en la quebrada La Salada.
Toda fuente de agua puede verse afectada por diversos tipos de contaminantes, dando lugar a una situación ya conocida por todos, llamada contaminación del agua o contaminación hídrica. Ésta se convierte en un factor de riesgo para la flora, la fauna y los seres humanos, ya que el agua contiene sustancias tóxicas, bacterias y microorganismos que ocasionan males en la salud.
La contaminación hídrica se produce cuando los contaminantes se vierten directa o indirectamente en las fuentes de agua, para el caso específico del barrio Brisas de Oriente, Comuna 9, Buenos Aires, los predios ubicados de la Vía a Santa Elena así abajo del barrio, exponen una situación alarmante en la que se observa que muchas viviendas ubicadas en las laderas aledañas a la quebrada La Salada, vierten sus aguas negras en ésta.
Esta problemática tiene dos caras, si por un lado los habitantes de dichos predios recurren a esta manera de evacuar sus desechos por otro lado las entidades encargadas deberían apropiarse del problema para ofrecer una opción de diferentes de desagüe. Ya sea por desconocimiento, por falta de conciencia o por una urgente necesidad tener un sistema apropiado de alcantarillado, esta fuente de agua sufre diariamente los embates de dichos residuos.
“Hay un asunto a tener en cuenta y es la forma de asentamiento de estos predios sobre rivera de quebrada sin ningún preconcepto técnico y sin la debida consulta y curaduría por parte de Planeación Municipal”, comenta Jairo Alonso Ríos Henao, presidente de la junta de acción comunal del barrio Brisas de Oriente, ingeniero ambiental, tecnólogo agroambiental, técnico especialista en desarrollo rural, agroecólogo, miembro de la Mesa Ambiental de la Comuna 9 y asesor técnico de la corporación Conambiente.
Según Ríos, pese a que la administración pública, las diferentes organizaciones en Buenos Aires, los líderes comunales y algunas personas interesadas en el tema ambiental han hecho grandes esfuerzos en el tema de cultura ambiental, él considera que nos falta demasiado como ciudadanos aportantes en la solución de esta problemática, ya que es marcada la contaminación de aguas, suelos, aire, flora y fauna que se observa a lo largo y ancho de las cuatro franjas que componen la Comuna 9.
Es deber de todos tomar conciencia y actuar Aclara además que para el problema de contaminación hídrica es importante y urgente desarrollar un plan de ordenamiento en microcuencas, así como un plan de manejo ambiental para todo el sector, por eso es imperativo que los actores involucrados sigan trabajando para que los habitantes de Buenos Aires tomen conciencia y acciones al respecto.
Un proyecto en marcha por una mejor calidad de vida en Brisas de Oriente Desde la junta de acción comunal de Brisas de Oriente se está poniendo en marcha un plan de mejoramiento infraestructural con la colaboración de Empresas Públicas de Medellín (EPM) para adecuar y construir un sistema de alcantarillado y de acueducto, con el fin de que estos vertimientos puntuales de aguas residuales sobre la quebrada no sigan siendo un problema de contaminación, malos olores y de deterioro paisajístico.
Son 3.500 millones de pesos que se van a destinar para solucionar el problema en la parte baja del barrio, con el fin de beneficiar a 70 viviendas de población vulnerable, que tendrán acceso al alcantarillado y al acueducto, y a su vez, se generarán más de 50 empleos directos y 20 indirectos.
“Con este proceso disminuye mucho el impacto y la carga ambiental sobre la quebrada La Salada, que es una fuente de agua salada e histórica acá en el barrio (…) La quebrada era una de los cuerpos de agua donde los Tahamíes o ‘Indios de la Tierra de Sal’ y los ‘Indios de la Tierra de Arví’ tomaban el líquido para sus actividades agrícolas y de minería de sal”, concluye Ríos.