100 años acompañando la ciudad de Medellín desde el barrio El Salvador
El cerro El Salvador es uno de los siete cerros titulares de la ciudad de Medellín, ubicado al centro oriente del territorio Antioqueño, su cima alberga una de las figuras culturales representativas de la Comuna 9.
Un Cristo fabricado en mármol con sus brazos extendidos para el cuidado simbólico de la ciudad, convirtiéndolo en una imagen referente, turística y a su vez en un punto de peregrinación de los fieles que se reunieron en el mes de junio en conmemoración del cumpleaños número 100 de la estructura.
Su llegada fue en el año de 1917 proveniente de Italia. Fragmentado y transportado en cajas a lomo de mula, el terreno donde se encuentra la figura ha sido nombrado por los lugareños de variadas formas, entre ellas se destacan: Morro de las Sepulturas, debido a hipótesis académicas y populares que hablan de que en la antigüedad y antes del arribo de los españoles este lugar era un cementerio indígena, en el que los nativos enterraban sus tesoros. Morro Don Rafael, porque en el siglo XX las tierras pertenecían al Señor Rafael Echavarría o Morro de los cruces, pues estaba rodeado por catorce cruces en representación de cada una de las estaciones del vía crucis.
Rubiel Escobar Marín, habitante hace 35 años del barrio el Salvador, comenta: “Cuando yo llegué al lugar había lotes y depósitos de basura, pero poco a poco se fueron poblando sus alrededores. Al morro venían a comer las familias y era común ver a los turistas que se acercaban para aprovechar la vista de la ciudad desde el lugar”.
La morfología urbana del barrio hace que sus viviendas se enfrenten a las laderas del cerro con estructuras singulares, que se articulan unas a otras, a lo largo del terreno en forma de espiral. La cima de la plazoleta, en la que descansa la figura, está acondicionada para que sus habitantes descansen y tengan acceso a un sitio de recreación, esparcimiento y reflexión.
Para Miryam Lodoño, habitante del barrio El Salvador, quien lleva toda la vida en el sector, El Morro es un lugar emblemático que ha visto crecer a muchas generaciones y hasta hace poco ofrecía una vista única de la ciudad.