Mirar a ambos lados al cruzar, se traduce en conservar la vida
Pasar por algunas zonas críticas de movilidad en la comuna 9 es asunto cotidiano para los que viven o trabajan en ella. Así de comunes son también las colisiones, frenazos en seco y problemas de convivencia que desencadenan en muchos de estos cruces en los que, durante lo que va corrido del año se han presentado, 1210 accidentes registrados, según cifras aportadas por la Secretaría de Movilidad de Medellín.
Esto es un llamado de atención a la responsabilidad en las vías pues, según las personas consultadas para este artículo, las principales razones de los accidentes son la imprudencia, el no guardar la distancia mínima ni respetar el carril.
El periódico El Comunitario les presenta algunos de los cruces con mayor índice de accidentalidad para que evitemos dolores de cabeza y sigamos las normas de movilidad.
Cruce de la calle 43 con carrera 31
En este se hace evidente la imprudencia de muchos conductores, especialmente motociclistas, quienes bajan por el cruce y no respetan las señales de pare. Este cruce tiene una gran afluencia de peatones de la tercera edad.
“Yo actualmente vivo por la carrera 31 con calle 43, este cruce es muy peligroso, han habido muertos, el último fue este año, un muchacho como de 18 años de edad venia en su moto y colisionó con otra (…) Yo pienso que la mayor razón del porque ocurren estos accidentes es por no respetar las normas de tránsito”. Expresa Jael Hernández, edilesa de la JAL de la Comuna 9.
Calle 51, desde la carrera 36A hasta el Puente de la Toma
Según cuentan habitantes del sector, que en este tramo la movilidad es muy compleja y peligrosa, los automotores adelantan en contravía, tratando de escapar de la congestión, lo que convierte a la calle 51, a la altura de Caicedo, en una ruleta rusa al encontrarse de frente con otros los diferentes automotores.
“Esta bahía del Puente de la Toma esta muy deteriorada, ya que las motos y los carros, que suben y bajan, quieren pasar unos por encima de otros, lo que ha generado un desgaste importante a ésta. Por otro lado el polvo, el humo y los fragmentos de concreto, que se desprenden de la bahía, la demora en los cambios de los semáforos y los factores climáticos, aportan a que los conductores se estresen y se vuelvan muy peligrosas las curvas en este cruce”. Explica David Alexander Durango Hoyos, habitante del barrio Caicedo.
El panorama es igual desde la carrera 36A hasta el puente. Una estrecha vía de doble sentido y el deterioro evidente de la calzada, se configuran con la imprudencia de los actores viales, dando como resultado accidentes de tránsito, que si solos ya son razón suficiente para respetar las escasas señales y cuando ocurren afectan directamente la movilidad, produciendo graves trancones.
Carrera 28 con calle 50
Es el cruce que define la entrada al sector aledaño a Las Mellizas, en este punto, aunque hay señalización, la falta de semáforos hace que los conductores tomen decisiones arriesgadas, produciendo cada semana una cuota importante de accidentes.
“Si hace falta un semáforo, porque aunque la señalización es clara y colocaron los pares, nadie los respeta y prácticamente, todos los días hay un accidente (…) A mi esta semana casi me coge una moto, que son las que más maniobras arriesgadas hacen, además la cantidad de niños y jóvenes que por acá transitan es mucha”. Asevera Yamile Correa, habitante del barrio Buenos Aires.
Calle 47 con carrera 35. Cruce superior de la Institución Educativa Federico Ozanam.
De nuevo la cuota va por cuenta de la imprudencia de los conductores, un cruce en el que los automotores alcanzan velocidades superiores a 60 kilómetros por hora, lo que convierte esta esquina en una de las que más presentan accidentes en la Comuna 9.
“Yo pienso que en este cruce ocurre de todo un poquito, porque hay poca señalización, la gente no respeta lo pares y es un sector donde transitan muchos estudiantes”. Comenta José Luis Giraldo Zuluaga, habitante del sector de Buenos Aires.
