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La libertad de escoger una vida llena de amor y crecimiento


Lina María Mejía Álvarez es cofundadora de Platohedro, como ella misma afirma, es un proyecto formado desde el amor, una plataforma creativa colaborativa con sede en la Comuna 9, que desde 2004 se dedica a la experimentación artística, la investigación permanente de la cultura libre y la búsqueda del bienestar común a través de procesos formativos y creativos abiertos para toda la comunidad.


Durante los últimos 10 años han acompañado procesos sociales en defensa de los derechos humanos y la liberación del conocimiento, por medio de talleres, intervenciones públicas y trabajo en red, formando a niñas, niños, jóvenes y adultos en producción audiovisual, apropiación tecnológica y utilización de medios de comunicación.


Lina es una mujer que, a sus 37 años, ve en su libertad el más preciado tesoro para desarrollar su proyecto de vida al lado de su esposo Alex Correa. Ella define su condición de madre como un proceso hermoso con el cual se ha fortalecido como mujer y le ha otorgado herramientas para construir su vida con dignidad y confianza.


“Mi proceso como madre fue elegido y muy orgánico, es decir, quise tener a mi hijo, Fidel Correa Mejía y sentía que era el momento de iniciar mi experiencia como madre, para esto me preparé físicamente, dejé el cigarrillo, me dedique a una alimentación más sana y preparé mi cuerpo como templo para recibir a mi hijo (…) Entonces desde que consolide, junto a Alex, Platohedro, el siguiente paso revolucionario, que sentía que podía asumir, era ser madre”. Comenta Lina.

Lina y la relación con la Comuna 9 Aquel momento catártico, como madre, fue el telón de fondo que posibilitó su relación con algunas mujeres en la Comuna 9 y en dicho contexto puso percibir la posición patriarcal que en muchos hogares de la comuna se adopta como modelo implantado de familia sin posibilidad de conformar otra clase de célula familiar. “Cuando empezó Platohedro era muy difícil, porque la gente no nos descifraba, decían que éramos una pareja que no tenía hijos y que venían con esta propuesta cultural tan diferente a todo, lo que me dio a entender que vivimos en una sociedad muy patriarcal, pero al estar en embarazo y venir de una familia cristiana, aunque suene muy fuerte, me brido la posibilidad de poder interactuar con aquellas mujeres y obtener de alguna forma, respeto y aceptación, lo que no hubiera pasado en otras circunstancias, eso me habla de lo excluyente que puede ser para una mujer que no cumple los estándares de dicha sociedad, basada en el hombre como cabeza de familia y eso para mí está mal”. Concluye Lina.


Un espacio de creación, un lugar de encuentro

Según Lina el capitalismo nos ha permeado de una manera irremediable, derivando en la aceptación de la deuda, como casi que único modo de poder conseguir los recursos para realizar un proyecto de vida.


“En aquella época la casa estaba muy caída y había que hacerle varios arreglos y como dicen, nos tiramos al ruedo y conseguimos un crédito para repararla y le apuntamos a que no fuera la casa de la pareja sino un lugar de encuentro y creación laboral para la ciudad, para mi hijo, para los niños, niñas, jóvenes y adultos que están a nuestro alrededor”.


Lina nunca pensó que tener un espacio cultural le brindaría la posibilidad de compartir con muchas mujeres de la comuna, ella explica que en su quehacer como codirectora de Platohedro, le toca brindar ayuda sicosocial, escuchar y ayudar por medio del dialogo a muchas personas con las que interactúa a diario.


“Las madres de los niños con los que trabajamos se sienten muy bien, ya que depositan su confianza en los procesos que realizamos y en la guía que establecemos con los chicos para que no abandonen sus estudios y no se rezaguen en el año escolar, en esa medida la casa cumple una función como espacio de inclusión, que siempre permanece abierta a todo aquel que quiera participar de nuestras actividades”. Aclara Lina.


Actualmente, los días sábados, Lina realiza actividades y talleres con énfasis audiovisual, un espacio llamado El Matiné, que se viene efectuando desde la creación de la plataforma creativa y que busca que los niños se interesen por la realización de imágenes en movimiento y la apreciación cinematográfica.


“Nosotros contamos con varios espacios de creación y formación, tanto para los niños como para jóvenes, adulto y adulto mayor, actualmente con la apertura, en 2014, de La Jaquer Escool, que es un colectivo interesado en circuit bending, hemos tenido la fortuna de contar con un público muy diverso, que atraviesa el espectro de edades y eso nos complace mucho, ya que creemos en ese intercambio de saberes entre generaciones”. Explica Lina.

Desde Estados Unidos

Desde muy pequeña Lina vivió en Estados Unidos, ya que su familia tuvo la búsqueda del sueño americano y gran parte de su vida vivió en diferentes partes de Norteamérica. Nueva York, Fort Lauderdale y Hollywood fueron algunos de los sitios donde Lina desarrollo su formación con énfasis en teatro, danza y edición de sonido.


La mujer libre de la etiqueta de ama de casa

Para Lina en la Comuna 9 hay una fuerte posición conservadora, lo que según ella, se traduce en patriarcalismo. “Entidades como Presupuesto Participativo deberían ser alcanzadas y conquistadas por mujeres que tienen una clara visión de territorio, pero a muchas de ellas, se les impide, desde el mismo seno de la familia, participar de dichos ejercicios comunitarios, ya que son procesos largos que en principio no generan dinero, lo que a muchos esposos no le gusta”. Aclara Lina.

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