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Héctor Javier Barrera

Los niños de la Escuela José de San Martín aprendieron sobre el cuidado de la zarigüeya


Unos 40 niños de tercero de primaria de la Escuela José de San Martín, en el barrio El Salvador, gozaron de una tarde de aprendizaje sobre las valiosas funciones que cumple la zarigüeya en los ecosistemas.


La charla educativa la brindó el personal de la Secretaría del Medio Ambiente de la Alcaldía de Medellín el pasado 20 de octubre gracias a la mediación de la Mesa Ambiental de la Comuna 9 en cabeza de Johnny Andrés Escobar Velásquez.


Los dinamizadores de la mencionada dependencia estatal llevaron carteles con dibujos del cuerpo de la zarigüeya e indujeron a los pequeños aprendices a rellenarlo con tiras de papel periódico, mientras ellos les explicaban datos valiosos de este animal silvestre.


Allí los chicos aprendieron que la zarigüeya, aunque tiene cierto parecido físico con las ratas, hace parte de la familia de los canguros y por eso carga con una bolsa en el vientre. Las hembras pueden cargar en su lomo de ocho a diez bebés y suelen esconderse en las zonas verdes y en los árboles.


Además, como dato curioso, poseen una cola muy larga que funciona como un quinto pie porque les sirve para apoyarse en las ramas de los árboles cuando los trepan. Los bigotes de estos animales son conocidos como vibrisas y les sirven para captar el nivel de la temperatura, para detectar la comida y hasta para identificar a sus hijos, explicaron los expertos de la mencionada secretaría.


En los ecosistemas las zarigüeyas son excelentes dispersoras de semillas, ya que consumen frutas y cuando defecan las semillas estas se convierten en plantas que se desarrollan.


Los expertos de la Secretaría del Medio Ambiente les contaron a los chicos que los machos de las zarigüeyas son más grandes que las hembras porque suelen ser los que salen a buscar comida y los que lideran la familia. Entre ellos se dan peleas, unas veces por dominio y otras, por comida.


No las maltrates, cuídalas

Los pequeños aprendieron de estos funcionarios que si llegan a ver estos animales no hagan como la mayoría de las personas, quienes en medio de su ignorancia, las confunden con ratas y entonces las molestan o las lastiman y hasta las matan.


Las zarigüeyas, conocidas popularmente como chuchas, son animales indefensos, que no les hacen daño a nadie, pero al confundirlos con ratas, la gente sí les hace daño a ellas. Esto es un delito que puede generar sanciones penales o, incluso, la cárcel, por tratarse de un maltrato animal.


Si por algún motivo encuentras una zarigüeya herida debes llamar a la línea gratuita del Área Metropolitana 01 8000 422 424 para que los expertos la diagnostiquen y le hagan el tratamiento adecuado para su recuperación.


En nuestra Comuna 9 de Medellín es común encontrarlas en la Unidad Deportiva Miraflores, en la vía a Santa Elena, en el viaducto de la Quebrada Santa Elena, en el Área de Recreación Urbana Cerro La Asomadera, entre otros lugares.


La invitación que hicieron los funcionarios es a cuidarlas porque aunque para muchos pueden parecer feas, ya que la belleza es relativa, lo cierto es que muchas personas también son feas y por eso no las matan ni las hieren. Debemos convivir en armonía con todos los seres vivos que hacen parte de la naturaleza.


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