El aumento de los niveles del ruido es uno de los componentes urbanos que más preocupa en la ciudad, debido a que se sobrepasan los 65 decibeles permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), así quedó demostrado en el informe Estado de los Recursos Naturales y del Ambiente Municipio de Medellín 2015 de la Contraloría General de Medellín.
Sin embargo, en la ciudad se alcanzan los 80 decibles durante el día, y mientras que en la noche el máximo permitido es de 50, Medellín logra los 68 decibeles.
Una amenaza invisible
De acuerdo con Diana Milena Preciado Arroyave, profesional universitaria vinculada al Municipio de Medellín para la Secretaria de Salud, el ruido es una amenaza invisible que está presente en la cotidianidad de las personas, en el trabajo, en la calle, en el hogar, entre otros. Precisamente, los estudios demuestran una relación directa entre el exceso de ruido y el aumento de enfermedades.
Preciado explicó que la contaminación auditiva es uno de los factores ambientales que más afecta la salud de las personas, y en la ciudad se sobrepasan los niveles de ruido permitidos debido al aumento del parque automotor, la aglomeración de personas en lugares determinados, y por el sector comercial e industrial. Sin embargo, este tema debe ser tratado no solo por las autoridades ambientales sino por cada uno de los habitantes de la ciudad.
Ayacucho como área de mayor generación de ruido en la Comuna 9
En 2016 se han recibido en Medellín 387 quejas por ruido. Para el caso de la Comuna 9, son 14 quejas que este año los habitantes de las cuatro franjas han hecho con respecto a este tema, siendo las áreas de mayor afectación, las cercanas a la avenida Ayacucho y en específico a establecimientos abiertos al público con venta y consumo de licor.
“En el tema de ruido hay dos resoluciones en Colombia que lo regulan. Una es la 8321 de 1983, que protege a las personas de las emisiones de ruido y para esto realizamos mediciones al interior de la viviendas y edificaciones. La segunda resolución es la 627 de 2006, en la cual se estipula la emisión de ruido a nivel ambiental, es decir, con esta es que podemos hacer las mediciones para crear los mapas de ruido en la ciudad y definir zonas acústicamente saturadas”. Explica Preciado.
Según la funcionaria es muy difícil medir ruidos que no son generados de manera constante e ininterrumpida, es decir, no todos los ruidos y afectaciones son susceptibles de ser medidos, ejemplo, los gritos de vecinos, la música a alto volumen, durante lapsos cortos de tiempo, el ladrido de un perro que lo hace de manera intermitente, entre otras, ya que se necesita un tiempo determinado por la ley para establecer la afectación y son temas que se deben tratar, más, a través del código de convivencia ciudadana.
“Nosotros hacemos las mediciones desde el lugar donde se presenta la afectación, ejemplo, no vamos a la fábrica que lo produce, sino a la vivienda que se ve afectada por ese ruido”. Comenta Preciado.
Para Marina Zabala, dueña del establecimiento comercial Flora Terraza-Bar, ubicado en Ayacucho a la altura de Las Mellizas, es importante apoyar el crecimiento de la zona en materia comercial pero aclara, que siempre y cuando sea bajo los parámetros y la normas que establecen la ley en materia de convivencia, ya que es consciente de que el área de Ayacucho y los sectores aledaños, aún son clasificados como zona mixta, es decir, comercial y residencial a la vez.
Altos decibeles como factor que genera enfermedad y nos aqueja a todos
De acuerdo con información de la OMS los efectos nocivos del ruido sobre la salud están demostrados científicamente. Los ruidos entre los 90 decibeles o más, pueden causar la pérdida de la audición o presentar pitidos en los oídos.
Cefalea, migraña, estrés, insomnio, lentitud y bajo rendimiento en actividades académicas y laborales, entre otros, son algunos de los síntomas más comunes, y que se producen con la exposición constante al ruido.
Conciencia y cultura más que prevención
De acuerdo con el Informe de calidad de vida de Medellín, 2012-2015, el ruido es uno de los tipos de contaminación más difíciles de evaluar y controlar, y este es uno de los problemas ambientales más mencionados en las encuestas de percepción ciudadana, realizada por Medellín Cómo Vamos.
“Con los Planes Ambientales Urbanísticos (PAU) se busca implementar normas y regulaciones de acuerdo a la tipología de los diferentes establecimientos con el fin de garantizar un ambiente propicio en cada zona y sector, de acuerdo a lo que dicta el Plan de Ordenamiento Territorial (POT)”. Concluye Preciado.
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