“La satisfacción más grande es ver a mis amigas y compañeras de club, disfrutando de un espacio para crear comunidad y en donde nos identificamos y crecemos como personas”
Esto es lo que afirma doña Oliva Corrales, líder y coordinadora del club, cuando habla de lo que le apasiona y le gusta hacer, ya que en la actualidad esta mujer ha luchado por brindarle a la gente del barrio El Nacional de la Comuna 9, Buenos Aires, un espacio para la recreación, las danzas, las actividades lúdicas y de formación, en la sede del Club de Vida Sembrando Semillas.
Un espacio donde todos son bienvenidos
El club, abre sus puertas al público de una manera incluyente, los habitantes de la Comuna 9 y la ciudad de Medellín, podrán encontrar diferentes actividades para todo público, ya sean niños, jóvenes o adultos de la tercera edad. Siendo este último el público que más participa de las actividades. “La sede en un espacio de inclusión, aquí trabajamos con todas las edades, ya sean adultos mayores, adultos, jóvenes, adolescentes o niños, y población en situación de discapacidad, esta es una casa que está abierta a todas las clases de edad y de condición” como lo afirma Oliva Corrales.
Un encuentro semanal donde se construye comuna
La sede es casa amplia y equipada con algunos objetos y mueblería para realizar actividades físicas y de recreación, gracias a la labor que doña Oliva y su grupo de acompañantes han realizado a los largo de 14 años de lucha para logra consolidar lo que hoy es una espacio con amplios salones y áreas dedicados a diferentes actividades culturales.
“Doña Oliva es una gran persona, ella es la que nos impulsa y nos muestra que entre todos podemos lograr muchas cosas, ella es la que arma las salidas y las actividades, y todas estamos muy agradecidas por todos estos años de entrega y de disciplina con el club y con la casa”. Manifiesta Blanca Edilma Bedoya, miembro del club de vida y habitante del barrio El Nacional.
En la sede en estos momentos hay encuentros de baile de salón, de gimnasia, hacemos salidas recreativas y bingos, con la intensión de estimular el sistema psicomotriz de los adultos mayores. Es importante resaltar que los programas no tienen ningún costo para los asistentes, aunque se pide una colaboración mensual, con el fin de solventar las necesidades de la sede, la cual es una casa amplia que tomaron en arriendo y esta requiere el compromiso de todos para mantenerse.
“Acá no rechazamos a nadie ni nadie está obligado a meterse la mano al bolsillo, pero esta labor es algo que se ha logrado desde la autogestión, ya que es poco el apoyo que tenemos de las entidades locales”. Explica Corrales.
En esta sede se le da especial importancia al adulto mayor, el cual tiene la posibilidad de una sana recreación, de disfrutar de tardes lúdicas y cursos de manualidades.
Sacar adelante un espacio comunitario sin esperar nada a cambio.
Muy ardua, hermosa y desinteresada ha sido la labor realizada por doña Oliva y su grupo de compañeras fieles, a lo largo de estos 14 años, logrando captar el interés de la comunidad, que hoy día disfruta de la sede a diferentes horas del día. En la actualidad doña Oliva dirige a más de 40 adultos mayores, repartidos en diferentes grupos y actividades lúdicas, además de los encuentros del comité de personas en situación de discapacidad de la Comuna 9.
“Uno en el trabajo comunitario tiene que ser persistente e insistente y no esperar nada a cambio (…) ser líder abierto, abrir y tocar puertas, yo hace dos años me retiré del Presupuesto Participativo (PP), fui delegada pero ahora veo la necesidad de impulsar, más que todo a las mujeres, a que hagan uso de su derecho de participación con el fin de mejorar la calidad de vida de todos en este sector y para fortalecer los programas que están y los que se vienen en nuestra sede”. Afirma doña Oliva.
La invitación es para que todos los pobladores de los barrios aledaños, ya sea Gerona, El Salvador, Buenos Aires y obviamente El Nacional y la comunidad en general, se acerquen, participen y disfruten de las actividades del Club de Vida Sembrando Semillas, porque en esta clase de lugares de encuentro es donde la comunidad se reconfigura y encuentra otros modos de forjar tejido social.