En una indeterminada cantidad de ocasiones de la vida cotidiana se ha oído hablar a importantes personajes sobre los derechos de la primera infancia y la adolescencia en Colombia y más exactamente en el municipio de Medellín. No obstante, estos conceptos y análisis son aún desconocidos para gran parte de la población que observa estas cuestiones legislativas y sociales como lejanas. Es debido a este último aspecto, que a través del presente artículo se presentará un examen de cómo ha ido evolucionando el diagnóstico de la calidad de vida de la población de primera infancia y adolescencia en la ciudad.
En la capital antioqueña los derechos de los niños y los adolescentes están enmarcados dentro de la política pública de infancia y adolescencia, la cual fue adoptada por el Consejo de la ciudad en el año 2006 mediante el acuerdo 84, el cual se basa en la convención internacional para los derechos de los niños de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la cual fue realizada y adoptada por la misma organización en el año 1989, y que fue ratificada mediante la Ley 12 del año 1991 a nivel nacional.
Esta política pública tiene como objetivos principales la promoción y divulgación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes para lograr su reconocimiento como sujetos de derechos y deberes como parte del estado. Fomentar la garantía y el cumplimiento de los derechos que han sido reconocidos para todos los niños, niñas y adolescentes del municipio de Medellín, en especial para aquellos que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad. Concientizar sobre la prevención de la amenaza o la posible vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, entre otros aspectos importantes. Lo anterior, con la finalidad de enfatizar específicamente en proponer el diseño de políticas y planes que busquen generar una clara protección a los derechos de la vida, de la salud, a crecer en un ambiente sano, a recibir una adecuada nutrición, etc.
Sin embargo, a pesar de que estos lineamientos ya han sido planteados desde el concejo de la ciudad hace casi diez años, aún se evidencian ciertos aspectos por mejorar en cuanto a proporcionar una calidad de vida favorable para la población que hace parte de la primera infancia y la adolescencia de la capital de Antioquia. Estos datos se demuestran claramente en el documento DIAGNÓSTICO SITUACIONAL DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA EN EL MUNICIPIO DE MEDELLÍN escrito en el año 2012.
Según este trabajo efectuado por la Alcaldía de Medellín, en el municipio hay cerca de 570.159 personas entre los 0 y los 17 años de edad, que corresponden al 24 % de la población total. Estos datos significativos fueron proporcionados por el registro demográfico por comunas 2005 – 2015 realizado por el DANE, quien también plantea por medio de dicho proceso de investigación que el 51 % de esta población son hombres (equivalentes a 291.019 personas) mientras que el 49 % son mujeres (equivalentes a 241.170 personas). Según estos datos, de esta cantidad poblacional sólo el 5 % de niños, niñas y adolescentes hace parte de la Comuna 9.
Esta investigación a la que se hace referencia en el presente artículo, indica diversos factores que aún presentan situaciones de vulnerabilidad para la población de niños, niñas y adolescentes a nivel del municipio de Medellín. Estos se resumen en índice de tasa de mortalidad infantil, nivel de salud, nutrición, homicidios a niños, niñas y adolescentes, entre otros aspectos importantes que influyen en el crecimiento y desarrollo normal de las personas que pertenecen a esta comunidad.
En cuanto al primer ítem (tasa de mortalidad infantil) se evidencia que la ciudad ha obtenido una importante evolución al momento de prevenir este tipo de fenómenos, los cuales influyen notablemente en cuanto a medir el nivel de desarrollo y salud de una ciudad. En el caso de la capital de Antioquia, según datos proporcionados por la Alcaldía de Medellín en su documento de investigación (Diagnóstico de la infancia y la adolescencia), en los últimos años el número de muertes infantiles ha disminuido notablemente de un índice de 11.9 decesos en el año 2005 a 9.45 fallecimientos infantiles en el año 2010. Estos casos se presentan por causa de afecciones originadas en las primeras semanas del periodo de gestación, pasando por malformaciones, al igual que otros inconvenientes de salud. Estos son las enfermedades respiratorias con el 0.8 %, las enfermedades diarreicas, entre otros causantes de muertes en los últimos años.
Sin embargo, se evidencia aún una falencia importante en la prevención de fallecimientos de niños y niñas menores de cinco años de edad, ya que las causas más frecuentes de fallecimientos de este rango de la población se debe a enfermedades patológicas e infecciones. Estos casos se repiten año por año, sin alcanzarse aún un logro significativo en cuanto a su reducción.
En cuanto a los índices de homicidios de niños, niñas y adolescentes (NNA) en la ciudad, aún se observan debilidades al momento de prevenir esta situación de vulnerabilidad, debido a las dificultades socioculturales que vive esta población en cada una de las comunas. Estas situaciones complejas se traducen en la presencia de fronteras invisibles, enfrentamientos de grupos armados al margen de la ley, entre otros aspectos. Quizá lo más preocupante en esta situación, es que los índices de homicidios en esta comunidad sufren un importante incremento. Muestra de lo anterior es que para el año 2009 la cantidad de asesinatos de menores de edad entre los 0 y los 17 años alcanzó un número de 145 occisos, mientras que para el año 2010 este número creció a una cifra de 182 muertes.
No se puede dejar a parte un fenómeno que ha permeado a la comunidad NNA (Niños, Niñas y Adolescentes) de la ciudad de Medellín en el último tiempo, y este es el suicidio. En cuanto a este asunto, se debe indicar que de cada nueve hechos de muertes informadas por esta causa, ocho son de niños y adolescentes, mientras que sólo uno corresponde a niñas. Esto en palabras más claras, quiere decir que uno de cada cuatro adolescentes ha pensado algún momento en el suicidio como alternativa. Que trece de cada cien menores han realizado un plan para suicidarse. Que el 14 % de los menores sondeados por el (Estudio de Salud Mental en Adolescentes Medellín 2009) ha intentado suicidarse y que el 3,5 % ha intentado efectuar el suicidio, pero lo evita gracias a intervenciones médicas o en salud mental por este tipo de eventos.
Se debe señalar también que según datos suministrados en el año 2008 por la Secretaría de Salud del municipio de Medellín, el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los adolescentes, la tercera en el rango de los 15 a los 19 años con una proporción tentativa del 5,6 %, y la quinta causa de mortalidad entre los menores de diez a catorce años con una proporción del 6,1 %. Por último, es importante indicar en este punto que no hay índices sobre fallecimientos de NNA por violencia intrafamiliar, el cual es uno de los fenómenos de vulneración de los derechos de esta población más frecuente no sólo en la Comuna 9, sino también a nivel ciudad.
Pero no todo es negativo. Ya que si se hace una evaluación sobre los índices de decesos por desnutrición de los menores de cinco años a nivel de la capital de la montaña, se encuentra una importante evolución en cuanto a erradicar este fenómeno negativo. Prueba de ello, es que entre los años 2009 y 2012 se produjeron cero muertes por esta causa. Esta cifra se hace aún más importante, debido a que en el 2005 se presentaron aproximadamente ocho muertes, en el 2006 seis fallecimientos, mientras que en los años 2007 y 2008 se produjeron dos muertes por esta situación.
Debe añadirse en cuanto a los números positivos de este asunto, que las prevalencias de bajo peso por desnutrición en menores de cinco años son menores en Medellín al resto del país. Según el Diagnóstico de Infancia y Adolescencia de la Alcaldía de Medellín, en la capital del Valle de Aburrá sólo el 2,1 % de niños y niñas menores de cinco años sufren por causa de este fenómeno, mientras que en el resto de Colombia el promedio se acerca al 5,5 %.
En lo referente a los niños y niñas entre los cinco y los nueve años, las prevalencias de bajo peso por desnutrición son del 5 %, mientras que estas cifras son del 7 % en menores entre los 10 y los 17 años.
Por último, es importante añadir en este aspecto que el punto negativo frente a la nutrición en la ciudad es la diferencia en cuanto a la estatura. Pues la diferencia de la talla de los niños, niñas y adolescentes (NNA) de la ciudad de Medellín con relación a la altura estándar instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene un déficit aproximado de unos seis centímetros. Esto quiere decir que hay una evidente desnutrición crónica en uno de cada ocho menores de 18 años, aproximadamente el 8,4 % de la población de la ciudad. Esto debido a que en el 60 % de los hogares de la ciudad se presenta una especie de inseguridad alimentaria a causa de factores como los bajos ingresos económicos, el desplazamiento forzado bien sea intraurbano o desde el campo hacia la ciudad, aspectos que se focalizan en la mayoría de las situaciones en los estratos socioeconómicos uno y dos.
Aunque quedan muchos temas por abordar en cuanto a los derechos de la infancia y la adolescencia en la capital antioqueña, es bueno concluir invitando a generar una conciencia analítica y productiva frente a la ejecución de las políticas públicas ya existentes, e incentivar el desarrollo de estrategias realmente efectivas que inviten al crecimiento de la calidad de vida de la población de niños, niñas y adolescentes (NNA) a nivel ciudad, ya que así se formará una futura base social más sólida, fuerte e incluyente con una población que tiende a ser vulnerable por muchos factores sociales, geográficos y culturales que trascienden más allá de lo que se ha señalado en el presente artículo.